Escuela móvil para mujeres con CO2-Herencia por el medio ambiente

Carolina hace parte del proyecto Escuela Móvil para Mujeres y Jóvenes con CO2-Herencia por el medio ambiente, que adelanta Solidaridad, con el apoyo de Bayer, en el que 500 mujeres y jóvenes en la zona central cafetera de Colombia, a través de asistencia técnica innovadora e inclusiva, se están apropiando de prácticas de Agricultura Climáticamente Inteligentes.

Las 14 horas, son el resultado de una práctica que parece sencilla, pero que no siempre resulta evidente en entornos rurales como el suyo, Carolina decidió cocinar el almuerzo y la cena juntos, para disminuir su consumo energético y de esta manera reducir su huella de carbono, como parte de los 10 retos familiares y comunitarios, que plantea la bitácora CO2Herencia, una de las herramientas educativas utilizadas en el proyecto.

Diversos estudios demuestran que el cambio climático acentúa la desigualdad de género con mayores repercusiones en las mujeres, especialmente, las que trabajan en el sector agrícola. También muestran que las mujeres son más conscientes frente al cambio climático y “están más dispuestas a emprender acciones para lograr una mejora” (Gallach, 2019).

Además, según Naciones Unidas, estima que si las mujeres de las zonas rurales tuvieran acceso a los activos agrícolas, a la educación y a los mercados, a los que tienen acceso los hombres, se podría aumentar la producción agrícola y reducir el número de personas que padecen hambre en 100-150 millones (Naciones Unidas, 2020).

Por otro lado, el contexto rural de Colombia y de muchos países de Latinoamérica en cuanto acceso a servicios educativos y tecnológicos es muy restringido. Son claras las limitaciones de acceso a dispositivos y conectividad que tiene el sector rural, pero es importante insistir en llevar soluciones educativas híbridas a los productores, puesto que con ellas no sólo estamos llevando conocimiento técnico, desarrollando habilidades sociales, sino que además estamos abriendo un mundo de posibilidades que les presentan los entornos virtuales (García 2020).

Así como Carolina, otros productores de café de siete municipios de Risaralda tienen un gran poder en sus manos pues son ellos quienes a través de prácticas climáticamente inteligentes, como la siembra de árboles en sus cultivos, pueden ayudar a absorber CO2 de la atmósfera, generando no solo un importante beneficio para el planeta, sino primordialmente para su actividad productiva, al obtener suelos más fértiles y mejores microclimas, que aumentan la productividad y la resiliencia de sus cultivos frente a los efectos adversos del cambio climático.

A través de aulas móviles digitales, talleres de facilitación, visitas de acompañamiento en fincas y una plataforma de aprendizaje, CO2-Herencia, busca promover, en mujeres y jóvenes del campo, el desarrollo de capacidades orientadas a la implementación de prácticas climáticamente inteligentes y transformación digital.

La integración de las mujeres rurales en el proyecto garantiza que las prácticas relacionadas con la reducción de la huella de carbono a nivel del hogar y del cultivo, se apliquen y tengan replicabilidad en sus familias. Además, como parte del proyecto, Solidaridad entregará 1.500 árboles, para que estas familias se puedan poner manos a la obra de inmediato.

A través de proyectos como CO2-Herencia, Solidaridad provee entrenamiento, acompañamiento y asesoría técnica, para que pequeños agricultores puedan implementar buenas prácticas y de esta manera contribuir a un desarrollo rural más equitativo, eficaz y sostenible, que reconozca los aportes que hacen las mujeres rurales a la producción alimentaria y al bienestar de sus familias.

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