Ganadería

Ganadería

Sudamérica es una de las mayores regiones productoras, consumidoras y exportadoras de carne vacuna del mundo. Desde el animal hasta su transformación industrial, configura una larga cadena de valor agregado y trabajo que constituye una contribución vital a la economía regional.

El aumento en la demanda mundial de proteína animal ha impulsado dos producciones en la región. Por un lado, la producción de carne vacuna, que Brasil lidera después de los EE.UU., y por otro el cultivo de soja que se exporta a Europa y Asia para alimentar el ganado porcino y aviar. El cultivo de soja ha desplazado al ganado vacuno hacia tierras menos fértiles en el Cerrado y el Gran Chaco Americano. Desarrollar esquemas productivos más eficientes nunca ha sido más necesario para proteger bosques nativos y la competitividad del pequeño productor.
Medio Ambiente
MITIGAR EL IMPACTO SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO

La ganadería es responsable del 14,5% de las emisiones de GEI inducidas por el ser humano (FAO, 2013). Además está vinculada a procesos de deforestación y degradación de suelos y pastos cuando los animales se alimentan en el mismo lugar durante periodos prolongados.

No obstante, existen sistemas de pastoreo más eficientes que pueden colaborar a sostener servicios eco-sistémicos y a conservar la biodiversidad.

Social
INCLUSION SOCIAL A TRAVES DE LA PRODUCCION

Desde que Brasil, Paraguay y Argentina sancionaran sus códigos forestales, unos de los principales desafíos del ordenamiento territorial ha sido desarrollar modelos productivos sostenibles, que generen un ingreso estable para los pequeños productores y campesinos que habitan en los bosques, conteniendo el avance de la deforestación.

Nuestra Solución
Más eficiencia para proteger bosques
ALCANZAR UN MANEJO SOSTENIBLE DEL PAISAJE
De pilotos a modelos replicables
NUESTRA SOLUCION
Ganadería

En el caso de la ganadería de pastizal, los sistemas de pastoreo rotativo demandan un mayor control sobre la actividad pero traen muchos beneficios. Distribuyen el abono de forma uniforme, previenen la compactación y permiten al pasto recuperarse. Esto ayuda a mantener la cubierta vegetal del suelo para retener el carbono y el agua, volviendo a la actividad funcional a la conservación del hábitat. Además, el balance de nutrientes dado por una dieta con pastos variados, ayuda a disminuir las emisiones de metano durante la digestión.

Estudios realizados en establecimientos de ganado de corte en la Amazonia arrojaron que, intensificando el 10% del área de pastoreo, podía alcanzarse una reducción de cerca del 20% en las emisiones de GEI por kilo de carne producida. A su vez, esto también generó un aumento en la producción y la rentabilidad.

En el caso de la ganadería cercana a bosques nativos se hace necesario buscar soluciones que mejoren la productividad sin extender el pastoreo sobre áreas de alto valor de conservación y evaluar sistemas de manejo de bosque nativo con ganadería. Esto es complejo, ya que requiere evaluar la superficie de raleo necesaria para que el ganado pastoree, pero es una forma de evitar talas ilegales por parte de los propios habitantes en busca de un ingreso económico.

Asimismo, las áreas de pastoreo ya degradadas o subutilizadas (igual o menor a una hectárea por animal) pueden aprovecharse para absorver parte de la expansión agrícola y así colaborar también a proteger áreas boscosas.

En el caso de áreas previamente deforestadas, los modelos silvo-pastoriles ofrecen varias ventajas. Permiten recuperar masa boscosa con especies comerciales que diversifican la fuente de ingreso del productor, aumentan el bienestar animal con el sombreado y generan más y mejores puestos de trabajo, ya que el componente forestal demanda personal calificado

En el caso de la ganadería a pequeña escala en zonas marginales y áridas, la clave está en la profesionalización para aumentar la productividad y competitividad del productor familiar. Esto implica mejorar su capacidad de administración y gestión financiera y un mayor y mejor uso de tecnologías como, por ejemplo, la genética para obtener animales mejor adaptados al entorno o un mejor balance de nutrientes que promueva un mayor crecimiento de forma natural.

Fortalecer estas capacidades es el primer paso para integrar al pequeño productor en estrategias de desarrollo rural como actores productivos y no tan solo como sujetos de políticas sociales. Pero  la acción conjunta entre el sector privado, público y las asociaciones de la sociedad civil también es crucial. Sea para apoyar la actividad sostenible con incentivos como para mejorar la infraestructura de servicios, canales de comercialización para ahorrar costos en logística y plantas de procesamiento para agregarle valor al producto.

Impulsamos el diálogo multisectorial
Articulamos plataformas de diálogo multisectorial
Solidaridad hace parte de la Mesa Redonda Global de Ganadería Sostenible (GRSB) y de sus capítulos nacionales en Brasil (GTPS), Argentina (MACS) y Colombia (MGSC), liderando el Grupo de Trabajo de Mercado. También es miembro de los Acuerdos Cero Deforestación para la Cadena de Valor Cárnica y Láctea de Colombia. En el Chaco paraguayo y la Amazonía en Brasil lleva adelante pilotos para producir carne y leche de forma climáticamente inteligente, con menores emisiones y mayor secuestro de carbono.

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