El éxito de los pequeños productores de café climáticamente inteligente en México, donde el cultivo tiene un alto valor estratégico ambiental, económico y social, tiene fuertes raíces en la creación de comunidades de aprendizaje y cooperación.
René Hernández es un ejemplo para otros pequeños productores de café en México. Aquí aparece mostrando su cafetal renovado con variedades resistentes a la roya
La historia de René Hernández es un testimonio de cómo este aspecto social, junto con el buen manejo del cultivo de café, juega un papel importante en la prosperidad y el éxito de los pequeños productores. René Hernández heredó su cafetal de una tía, quien años atrás había plantado, a través de métodos tradicionales, miles de plantas que alguna vez produjeron hasta 80 quintales por temporada.
Los efectos devastadores del cambio climático
La epidemia de roya del café golpeó duramente en 2012 y los efectos de este agente infeccioso continúan devastando las plantaciones hasta el día de hoy. La roya del café causa fuerte defoliación e impacta de manera directa en la producción de los frutos. Ya para el 2014, las plantas de Hernández habían bajado la producción drásticamente, obteniendo solo tres quintales por temporada.
“Cuando el cafetal se llenó de roya, se nos vino una gran tristeza….decíamos, ‘¿de dónde y cómo vamos a comer?’ Nos pusimos de acuerdo con mi esposo: ‘Tenemos que ponernos a trabajar’”, dijo Deyfilia Velázquez, esposa de Hernández.
Café sin deforestación en un primer plano y las montañas de la Reserva de la Biósfera “El Triunfo” al fondoLa roya no es nueva en la región; sin embargo, el cambio climático ha llegado a agravar el problema, ya que el hongo normalmente permanece latente durante la estación seca. La falta de una verdadera temporada seca en 2011 y 2012 y otras variabilidades climáticas han llevado a algunos investigadores expertos a vincular el cambio climático con el desarrollo temprano del patógeno en México.
Hacer más con menos promueve la prosperidad del productor
En el 2013, Solidaridad lanzó en Latinoamérica el modelo de café climáticamente inteligente, que fortalece la capacidad de los pequeños agricultores para hacer más con menos, fomentando así la prosperidad y el éxito de pequeños productores de café.
Después de identificarlo como un potencial productor líder para probar el modelo en su parcela, Solidaridad obtuvo la confianza de Hernández, quien otorgó acceso a media hectárea. Aunque con pesar, permitió la remoción de entre 600 y 900 plantas de café de variedades susceptibles, originalmente sembradas por su tía, para ser reemplazadas por 2,500 plantas más productivas y vigorosas, resistentes a la roya del café. Esta práctica del modelo café climáticamente inteligente resultó en más plantas que producen más granos de café, usando menos tierra.
El modelo de café climáticamente inteligente prueba que se puede producir más café, de mejor calidad, utilizando menos recursos naturales y sin deforestación
Inmediatamente cuando René Hernández y su familia comenzaron a ver los resultados de esta optimización, decidieron renovar una hectárea adicional usando las prácticas aprendidas. A partir del año 2016, la producción aumentó hasta los 100 quintales por temporada. En el transcurso de cinco años y medio han actualizado su finca de cinco hectáreas a las nuevas prácticas que aprendieron con el apoyo de Solidaridad.
Aspectos sociales del éxito de los pequeños productores de café
La finca Hernández funge como centro de conocimiento, ya que otros pequeños productores viajan desde comunidades cercanas y lejanas para visitar y aprender sobre las diferentes prácticas de producción de café climáticamente inteligente.
“Pensamos que es nuestro deber compartir los conocimientos adquiridos a lo largo de todos estos años”, comentó Hernández, quien atribuye el éxito de su cafetal al trabajo que realiza junto a su familia.
“Llevo 30 años de casado con mi esposa, Deyfilia. Tenemos cuatro hijas y tres nietas. Hay personas que dicen que ellas me ayudan, pero no es cierto. Aquí somos iguales y trabajamos juntos.”
“Hemos visto de manera reiterada que la unión familiar y la esperanza en el progreso son el común denominador del éxito de los pequeños productores de café. Don René y su familia son un ejemplo palpable. Gracias al progreso de su caficultura pudo darle estudios a sus hijas y ellas vuelven a la finca. Se integran en todas las labores; las nietas y nietos también. Ellas comparten los resultados en redes sociales”, dijo Javier Anaya, oficial de proyectos en Solidaridad.
Hernández ha participado en comunidades de práctica a través de las cooperativas, donde Solidaridad ha vinculado a productores que han implementado exitosamente el modelo con otros pequeños productores cafetaleros para compartir sus experiencias y resultados.
“Ahora que nuestra producción está bien y estable, tenemos un siguiente paso: estamos trabajando activamente para preservar el bosque donde vivimos. Creemos que tener ganancias dignas y conservar el medio ambiente no solo se puede, sino que deben ir de la mano”, agregó Hernández.
Personal técnico de Solidaridad apoya a cooperativas, como la Comon Yaj Noptic en Chiapas, México, para implementar el modelo
El modelo de café climáticamente inteligente responde directamente a las necesidades del sector para que los productores sean más competitivos, más resilientes y más conscientes de cómo sus prácticas pueden favorecer al medio ambiente y a nuestro planeta.
Lea más sobre el trabajo de Solidaridad hacia la producción sostenible de café.
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