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¿Quién pagará el café en el futuro?

world of coffee amsterdam

Actores a nivel global del mercado cafetero se reunieron en la ciudad de Amsterdam en «The World of Coffee». En el marco del evento, Solidaridad organizó un debate con Rainforest Alliance, Rabobank y Vice Versa, acerca de las razones por las que la producción de café podría peligrar en un futuro cercano y qué es necesario para revertir esto.

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MENOS DE UN 10% DE LAS GANANCIAS REGRESA A LOS PAÍSES PRODUCTORES

Las ventas de café a nivel global ascienden a 200 billones de dólares cada año. No obstante, la mayor parte de estas ganancias queda en manos de minoristas como Starbucks y McDonalds, o grandes marcas de café y procesadoras como Nestlé.

Menos del 10% regresa a los países productores. Además, este 10% se reparte entre el pago de impuestos a los gobiernos de los países productores, algunos exportadores y, finalmente, los caficultores que producen café verde.

La demanda global de café sigue creciendo desde las últimas décadas, pero los caficultores muchas veces operan a pérdida y no consiguen vivir del cultivo del café.

«Muchos agricultores están muriendo de hambre», declaró Juan Esteban Orduz, miembro de la Junta de Directores y CEO de Rainforest Alliance y presidente de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. Orduz señaló que desde la década de 1980, el precio que los agricultores obtienen por el café está disminuyendo, mientras que los costos en insumos probablemente aumenten.

Heske Verburg, Directora de Solidaridad Europa, también señaló que en muchos países la edad promedio de los caficultores es de alrededor de 60 años. Los jóvenes agricultores evitan emprender el cultivo del café ya que no es rentable. Asimismo preguntó a  la audiencia:

“¿Cómo podemos redistribuir el valor en la cadena del café? Necesitamos más compromisos de la industria del café y del sector financiero para invertir en el futuro del café. Los costos externos son asumidos ahora por los agricultores y eso no es sostenible «.

FALTA DE INVERSIONES EN SOSTENIBILIDAD

La cita en Amsterdam fue acompañada por la reciente publicación del Barómetro del Café 2018, un reporte que brinda una panorama actualizado del sector con énfasis en la sostenibilidad del café, realizado en colaboración entre Solidaridad, Conservation International, COSA, Hivos, Oxfam-Worldshops y Safe Platform.

Una de las señales de alarma que levanta el reporte es el hecho que, mientras grandes empresas como Nestlé  están invirtiendo billones en adquisiciones y fusiones, la producción está concentrada en cada vez menos países.

«Cinco países ahora producen el 75% del café. Esta concentración representa un riesgo de negocio  cuando observamos el impacto que puede tener el cambio climático en el cultivo. ¿Dónde se cultivará el café del futuro?», afirmó Heske y agregó: «En todo el mundo se invierten 350 millones de dólares  en esfuerzos de sostenibilidad, como capacitar a los agricultores para lograr mayores rendimientos. Esos 350 millones de dólares representan casi un cero por ciento (de hecho: 0,17%) del dinero que se produce en todo el mundo en el sector cafetero.»

La avalancha de fusiones y adquisiciones aparentemente ha provocado una caída en el impulso y la ambición hacia el desarrollo y la implementación de compromisos de sostenibilidad. La sostenibilidad no parece ser una prioridad para demasiados CEO, especialmente cuando no coincide directamente con los objetivos comerciales de mayores ventas, ganancias y control del mercado. Además, la mayoría de las empresas sigue relegando las cuestiones sociales y ambientales a sus departamentos de Responsabilidad Social Corporativa perpetuando la separación entre  las operaciones y estrategias básicas.

Si bien los participantes confirmaron que se necesita más inversión en sostenibilidad, algunos ejecutivos como Daniel Martz, Director de Asuntos Corporativos Globales de Jacobs Douwe Egberts mencionó: «No siempre es fácil saber dónde invertir y cómo dirigir esa inversión a los agricultores adecuados».

FALTA DE COOPERACIÓN EN LA INDUSTRIA

Dados los cambios en el clima y la creciente amenaza de deforestación causada por la producción de café, es primordial que el sector cafetero aliente un sistema integrado de producción de café con menor impacto ambiental a nivel de paisaje, para cumplir con objetivos económicos y ambientales y al mismo tiempo resiliencia al cambio climático actual y futuro.

Mejorar a nivel de empresa no es lo mismo que trabajar en conjunto de forma amplia para lograr un sector de café sostenible. Aunque las empresas podrían usar su escala para colaborar y desarrollar estrategias ambiciosas y globales para abordar colectivamente los complejos problemas sociales y ambientales que están en la raíz de la producción de café, todo lo contrario parece estar sucediendo.

Juan Esteban Orduz manifestó: «El problema es la falta de cooperación en el sector. No nos hemos sentado seriamente a resolver el problema”.

Marcelo Burity, Director de Green Coffee Development en Nestlé, también apuntó a que los programas de sostenibilidad de las empresas y las ONG no pueden hacer lo suficiente por sí mismos.

«Los gobiernos de los países productores deben participar, no con inversiones en el sector, pero sí deben crear un sector habilitador, por ejemplo, reintroduciendo servicios de extensión».

Asimismo, las iniciativas multilaterales internacionales y nacionales deben ir más allá del «intercambio de conocimientos» e incentivar el co-financiamiento de soluciones, reconociendo los intereses de las comunidades cafeteras locales en el establecimiento de las agendas de sostenibilidad.

LA CERTIFICACIÓN POR SÍ SOLA NO ES LA RESPUESTA

Roberto López, Gerente de Sostenibilidad de la cooperativa de agricultores COAGRICSAL en Honduras, señaló que los estándares o certificados de sostenibilidad, como Fairtrade, UTZ o Rainforest Alliance, no siempre son una respuesta.

«Para obtener un certificado se debe invertir mucho dinero, y es una inversión a largo plazo. La mayoría de los agricultores no lo hacen».

Heske agregó sobre este punto: «La certificación ha traído un cambio positivo, pero por sí solo no creará el cambio fundamental que necesitamos. Necesitamos nuevos modelos para enfrentar los desafíos de hoy».

El café certificado y/o verificado sólo ha crecido lentamente. El sector necesita consensuar un sistema válido para medir los progresos en sostenibilidad y reportarlos no sólo a nivel individual, sino a nivel de sector. Asimismo, Schluter, Co-tesorero de la ONG Café África sugirió que todos los tostadores y comerciantes deberían acordar una prima general para los agricultores.

NUEVOS MODELOS NECESARIOS PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS DE HOY

Solidaridad comenzó a promover la transparencia en el sector cafetero en Colombia hace más de cinco años con la Plataforma de Comercio Sostenible. Hoy, un total del 80% de la industria cafetera colombiana participa de esta plataforma.

«Creemos que los agricultores necesitan tener acceso al conocimiento y al capital, necesitamos inversiones en la producción de café para asegurar perspectivas financieras adecuadas para la próxima generación de caficultores, y tenemos que adoptar una agricultura climáticamente inteligente», concluyó Heske.

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Carlos Isaza

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